La falta de sueño, las preocupaciones, la mala alimentación y el estrés diario pueden pasar factura a nuestro rostro.
Seguro que más de una mañana, al levantarte, has comprobado, frente al espejo, cómo tenías el rostro algo hinchado y más voluminoso de lo que lo tienes habitualmente. No te preocupes, la causa de esta hinchazón, se debe a una retención de líquidos, que puede ser por múltiples causas como que no hayas dormido bien (puede que algún compromiso te obligara a acostarte tarde, o tuvieras alguna preocupación que no te dejara dormir), a la ingesta de alcohol o a una falta de hidratación.
Es imprescindible mantener un nivel adecuado de ingesta de sodio y evitar un exceso de estrés ya que, cuando estamos estresados se libera cortisol, una hormona anti- inflamatoria y esteroidea, que produce una inhibición en la pérdida de sodio, por lo que éste se acumula en el líquido extracelular. Esta “sal” acumulada produce retención de líquidos en nuestro organismo, así que, evitemos el estrés.

Existen algunas técnicas de masaje simples y efectivas para ayudar a aliviar la inflamación en el rostro. Es importante que apliques estas técnicas con regularidad y constancia.
En primer lugar aplica frío al rostro. Puedes masajear la superfice con algo de hielo, o lavarlo con agua muy fría para contraer los vasos sanguíneos y disminuir la inflamación. Una buena opción es aplicarse una máscara de gel refrigerada previamente en nuestra nevera.
A continuación aplica presión con las yemas de los dedos comenzando por la barbilla soltando y volviendo a presionar nuevamente en dirección ascencente pasando por la cola y el vértice de la ceja hasta llegar al nacimiento del cabello. Siempre, sin provocar dolor.
En segundo lugar, aplicando un poco de aceite o de crema untuosa, también con las yemas de los dedos (y los dedos ligeramente separados) comienza a aplicar un masaje en círculos pequeños hacia la zona exterior de la cara, presionando ligeramente, que vaya también desde la barbilla, (poniendo los dedos abiertos, cubriendo desde la barbilla hasta la zona maxilar) y soltando y volviendo a presionar nuevamente en dirección, también ascendente hacia el nacimiento del cabello (pasando por cola, vértice de ceja y sienes). Realiza el masaje circular 5 veces por cada presión.
Afortunadamente, aunque estés estresada, no tienes por qué mostrarlo en tu semblante. Te muestro el paso a paso de un automasaje que calmará y deshinchará tu rostro, así que presta atención.
Procedimiento
Para el automasaje vas a necesitar dos productos: una crema facial hidratante y una crema para los ojos. Guarda ambas cremas en el refrigerador, ya que el frío te va a ayudar a aliviar la inflamación. Además, puedes aprovechar para encender una vela o esparcir un espray de lavanda y crear un ambiente tipo spa en casa.

Seguidamente aplica la crema hidratante en las palmas de tus manos y acaricia suavemente tu rostro y cuello. Con un poco más de crema, usa las puntas de los dedos para hacer una especie de barrido hacia arriba. Con este movimiento vas a desplazar el producto hacia los ganglios linfáticos, y esto te va a ayudar a drenar líquidos retenidos que causan la inflamación facial. Después, masajea con una suave presión las sienes.
Con la yema de los dedos y aplicando en ellos un poco de crema de contorno de ojos, golpea con delicadeza la piel de debajo de los ojos y alrededor de los mismos. Ten cuidado con esta zona, ya que tiene muchas terminaciones nerviosas. A continuación, realiza movimientos circulares manteniendo los puntos de presión alrededor del ojo. Con esto vas a crear una especie de efecto “alisador” sobre el cutis, además de aumentar la circulación de esa área. La crema de contorno de ojos combate las arrugas y las ojeras.
Masaje de acupresión
Cuando estamos frente a una computadora todo el día, o perdemos el enfoque en la mirada a menudo, significa que los músculos de nuestros ojos están tensos y cansados. Esto puede provocar la formación de finas líneas de expresión en los ángulos exteriores de los ojos. La acupresión (un antiguo método de curación chino) consiste en aplicar presión para aliviar la tensión y, en este caso, relajar los músculos oculares para prevenir la formación de arrugas.
Para hacerlo, usa las yemas de tus dedos para hacer presión sutilmente en las siguientes áreas: ángulos internos de tus ojos, ángulos internos de tus cejas, el hueso supraorbital (se encuentra arriba de las cejas, sobre la frente), ángulos externos de tus ojos, debajo del centro de tus ojos y en los ángulos internos de tus ojos, sobre ambos lados de la nariz.